FLORES DE BACH Y ANTROPOSOFÍA – BACH Y STEINER

La Antroposofía amplía y favorece la comprensión de la obra de Edward Bach porque coincide en considerar lo espiritual en el hombre con la posición de Bach. 
La psiquiatría y la psicología, que son ciencias experimentales, entienden el estado interno del hombre como reducible a la empiria de un modo radicalmente diferente a la noción epistemológica espiritualista.

De esta manera se genera un dualismo entre el hombre y el cosmos o la naturaleza exterior a él, de donde el hombre proviene.

El problema surge porque el dualismo ontológico dominante desde Descartes y luego Kant y sus seguidores hasta la actualidad, separa al hombre de la naturaleza que lo rodea porque el espíritu aparentemente se manifiesta en el interior del hombre pero en realidad, forma parte de las cosas y de los procesos sensoriales mismos.

Hegel, profundo admirador de Goethe en vida de ambos, comprendió al espíritu como al ‘sujeto universal’, aquél que también excede a la vida individual.

La visión que nos separa del mundo del cual surgimos requiere ser revisada porque se ha mostrado ineficaz en cuanto al conocimiento que se puede alcanzar si partimos de semejante confusión. Es importante que para iniciar un proceso de cambio los padres comiencen a tomarlo en cuenta en los primeros años de vida del niño, y esta es la razón por la cual Bach dedica el capítulo V del Cúrense a sí mismos a la delicada y fundamental función paterna responsable. Rudolf Steiner por su parte, indica la importancia cultural que significa que el hombre desde la niñez sea educado en pensar que el espíritu está detrás de las cosas, como lo entendía Goethe.

En verdad, debemos considerar la vida anímico-espiritual como un todo unificado, porque el espíritu individual percibe el contenido de pensamientos del mundo como si fuera un órgano de captación, y debemos considerarlo como un órgano que percibe pensamientos, esos pensamientos que nuestros antecesores plasmaron en obra y que de ese modo tienen su presencia en el mundo en que vivimos que se encuentra por fuera de nuestra vida individual.

Rudolf Steiner, epistemólogo de Goethe, influyó en Edward Bach, quien concurrió a presenciar el ciclo de conferencias que aquél dio en Londres.

Es un error considerar que Bach descubrió las esencias florales por medio de la observación sensible, ya que esto significa reducir su cosmovisión y adecuarla a las necesidades de la ciencias naturales. El problema es no tomar en cuenta que Bach rompió explícitamente con el criterio empirista dominante hasta hoy en las ciencias naturales. También sería un error calificar a estos pensadores como místicos, ya que sólo impulsaron la unidad del hombre con el mundo del que proviene, quisieron que la meditación se incorpore a los niveles más elevados del pensar (intuitivo)–algo que la filosofía actualmente aun no acepta-, y coincidieron en la tripartición de la naturaleza esencial humana, constituida por cuerpo, alma, y también espíritu.

Otro error bastante difundido es considerarlos panteístas, ya que en verdad, de este modo sólo rechazan el punto de vista espiritualista que han asumido por considerarlo acientífico. El materialismo dominante sigue mostrando impotencia a la hora de definir por ejemplo, qué es la materia, no lo saben, pero niegan lo que los enfrenta sin aportar más que negación ciega.

Otro ejemplo: ¿cómo consideran los físicos el que se haya fotografiado moléculas de agua que reaccionan diferente ante estímulos como palabras y música y agua pura e impura? ¿cómo afecta al criterio básico de las ciencias naturales el que las imágenes logradas coincidan con el orlado de estrellas que exhiben las catedrales europeas desde el siglo XI de nuestra era? ¿No se preguntan los ‘científicos’ con qué cámaras identificaron los medievales tales imágenes?

En verdad, Bach y Steiner son cristianos que no se ataron a ningún clero, es decir, ni siquiera al clero constituido por la comunidad científica y que promovieron que la libertad se consigue con el esfuerzo individual y que es posible ser libres si nos autodeterminamos mediante el pensar intuitivo y evolucionamos rechazando actuar pasivamente obedientes a mandatos familiares, sociales y civilizatorios, o bien mecánica o automáticamente.

La confluencia de estos hombres benefactores de la humanidad, y la coincidencia de sus puntos de vista en varios aspectos que nos importan, hace que incluyamos la Orientación Antroposófica en la Formación en Medicina Floral para terapeutas florales

Gabriela Ricciardelli
Dra. H. C. en Medicina Floral