La Terapia Floral ampliada por la Antroposofía se ocupa de la vida anímica del ser humano, su vinculación con sus pares, con la Naturaleza y con el Cosmos abordando su relación en los tres planos: el físico, el anímico y el espiritual.
Esta terapia integra la cosmovisión del Dr. Edward Bach (1886-1936), médico de origen galés y padre de la Terapia Floral, con las enseñanzas del fundador de la Antroposofía, el filósofo austríaco Rudolf Steiner (1861-1925), brindando una comprensión íntegra del espíritu humano, su misión y su compromiso con la evolución de la humanidad. Bajo la luz de la Antroposofía podemos desarrollar una imagen viva y dinámica de nuestra vida en la que los sucesos que experimentamos adquieren un nuevo significado a través de un proceso de transformación de las fuerzas que van interactuando. Situaciones de la vida cotidiana cobran explicación y comprensión al considerar los tres aspectos: físico, anímico y espirituales, alcanzando una visión global del desarrollo de la propia vida.
Objetivos de la Terapia Floral con Orientación Antroposófica:
– Observar, como punto de partida, los procesos de transformación físicos, anímicos y espirituales logrados hasta el momento. – Descubrir situaciones a resolver que permanecían ocultas y que obstaculizan el libre desarrollo en la actualidad.
– Lograr una inserción armónica de la vida anímica en el cuerpo físico, abordando ese vacío interior del alma que se encuentra transitoriamente “separada” de su natural conexión con los planos superiores.
– Favorecer el despertar del espíritu comprendiendo las dolencias y sufrimientos que el alma no acepta.
– Desarrollar una verdadera conciencia del Yo, fortaleciendo la integración del pensar, el sentir y el hacer.
– Re-descubrir los factores tendientes a despertar las fuerzas curativas en nuestro organismo promoviendo cambios de hábitos que mejoren la calidad de vida y fortalezcan los vínculos.
– Promover una indagación profunda en la sutil estructura del ser humano, descubriendo su destino y su misión como sentido de su propia existencia.
– Favorecer el reconocimiento de roles, prejuicios, creencias y valores, estimulando potenciales, recursos internos y la creatividad como un modo de superación activa.
El trabajo terapéutico que propone la Terapia Floral con Orientación Antroposófica, mejora la comprensión y conducción de las propias riendas de la vida, lo que favorece el desarrollo personal y social del sujeto. El desafío consiste en realizar una apropiación instrumental de nuestra experiencia que nos permita descubrir los recursos o capacidades latentes para transformar los defectos en virtudes y resolver creativamente los momentos de crisis. Durante este proceso de autocuración conciente, -del que por supuesto cada uno es su propio protagonista- desandamos un camino hacia el reencuentro con nuestro Yo Esencial en el que la falta de motivación, la incertidumbre, el miedo, la angustia, la ansiedad, se van diluyendo al encontrarnos con nuestro verdadero ser, lo que nos permitirá recobrar la armonía plena en todos los aspectos de nuestra vida. De este modo, realizamos un trabajo conciente sobre nuestro pensar, un despertar artístico sobre nuestro sentir y una reeducación activa sobre nuestra voluntad.
Gabriela Ricciardelli
Dra. H. C. en Medicina Floral
Terapeuta Floral con Orientación Antroposófica